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Evaluar, ¿Para qué?

Ma. Antonia Casanova

2025

Estamos ante una recopilación de artículos publicados desde el año 2010 hasta el momento actual , todos en torno a la evaluación educativa, como eje de la educación en un sistema que gira en torno a su conceptualización. Creo que es un pensamiento compartido que los procesos de aprendizaje y de enseñanza se encuentran condicionados por el planteamiento que se realice de la evaluación, ya que parece más importante la calificación final obtenida que la consecución real del aprendizaje necesario para desarrollarse personal y socialmente y previsto por los sistemas institucionales acordados democráticamente. En resumen, el modelo de evaluación que se regule legalmente y que, en consecuencia, concrete después la escuela o el docente influirá decisivamente en la forma de actuar en las aulas. En todos los casos, el objetivo final que se persiga implicará un modo de implementación de los procesos que deben conducir a ese final deseado.
En el momento actual parece que, al menos teóricamente, está superada la idea de que el sistema tiene que contribuir al “almacenamiento” de conocimientos de forma memorística, aunque no se comprendan. La utilización habitual y muy generalizada de las tecnologías de la información y la comunicación ponen al alcance de la población cualquier conocimiento que precise en cuestión de segundos. Por ello, los avances de la ciencia, las humanidades, la tecnología, la neurociencia, la psicología, la pedagogía y, cómo no, la inteligencia artificial, deben incidir en la innovación educativa si se quiere que los estudiantes de ahora terminen sus etapas educativas preparados para la sociedad en la que vivimos.
De forma muy directa, la realidad social tiene que considerarse en el momento de plantear el sistema educativo y, más en concreto, en su modelo de evaluación. Si la meta consiste en demostrar la acumulación de conocimientos, la evaluación debe consistir en comprobar la cantidad de conocimientos memorizados y, en consecuencia, el desarrollo de la enseñanza en el aula se basará en el estudio libresco y la exposición magistral por parte del docente, de manera que el alumnado vaya conservando esos conceptos que se intentan transmitir, aunque no se demuestre que el supuesto aprendizaje repercutirá en la conducta y en la posibilidad de aplicación a la vida o al trabajo. En este modelo, se aplica un examen casi como único procedimiento de evaluación, que, habitualmente, tiene poca funcionalidad, dado que lo memorizado suele olvidarse después de cumplir su cometido, que es aprobar ese examen y aprobar las asignaturas establecidas curricularmente.
Pero si entendemos la educación como un proceso eminentemente complejo, que no se consigue solo memorizando conceptos, sino adquiriendo unas actitudes y valores positivos para la persona y la sociedad y alcanzando competencias para la convivencia, el aprendizaje permanente en todos los campos, la relación con el entorno, el trabajo cooperativo, etc., la evaluación debe disponer de otras técnicas y otros instrumentos para ir catalizando este proceso, de forma que sea posible mejorar las disfunciones o dificultades que se produzcan y reforzar todo lo positivo que aparezca.
Este planteamiento, que resulta claro y aceptado desde un enfoque pedagógico y que es absolutamente lógico, suele no entenderse a la hora de llevar a cabo las programaciones didácticas, puesto que el examen sigue permaneciendo en el sistema como si fuera el único procedimiento de obtener información válida para evaluar los aprendizajes. Y todos sabemos que una prueba escrita y puntual valora lo que puede, que quizá no sea lo más importante de la educación; valora los conocimientos o conceptos -en el mejor de los casos-, pero es difícil que evalúe las actitudes y valores del alumnado, los procedimientos de trabajo y, desde luego, en ningún caso las competencias adquiridas a lo largo del curso o de los años de educación, que, en definitiva, suponen la aplicación práctica del conocimiento. Si no se alcanzan competencias como desarrollo de las capacidades singulares de la persona, el sistema habrá desaprovechado la oportunidad de “educar” en su más amplio y profundo sentido de la palabra. Educar es más que instruir. Es formar personas en todo su ser: afectividad, sociabilidad, sensibilidad, conocimiento, profesionalidad…, ámbitos educables y en los que no se actúa por separado, sino que constituyen un todo global, holístico, que se trabajará desde el nacimiento hasta los últimos días de vida.
La evaluación es un elemento curricular que condiciona, como antes afirmo, todos los procesos de formación, tanto en lo relacionado con la instrucción como con el desarrollo de capacidades individuales. Por eso, es muy importante “acertar” en la selección del modelo evaluador, porque de esa decisión dependerá la conformación del sistema a lo largo de las diferentes etapas educativas.
Es hora ya de aplicar lo que sabemos a la práctica en las aulas. Son muchos los años transcurridos desde que la legislación establece la evaluación continua y con carácter formativo en nuestros países. En España, concretamente, desde la Ley General de Educación de 1970. Es decir, hace 55 años… Y seguimos examinando, aunque hay que reconocer que se ha avanzado significativamente en la implantación del modelo de evaluación que proponemos.
Reformar la evaluación para reformar la enseñanza es una afirmación que sigue vigente. En lo que no modifiquemos las prácticas evaluadoras en las aulas, no cambiará nada realmente importante en los enfoques educativos.
No quiero terminar este primer comentario sin recordar que la coherencia interna del diseño curricular implica que los cambios en evaluación deben corresponderse con cambios imprescindibles en las estrategias metodológicas utilizadas en el aula, pues, de lo contrario, no se podrá poner en práctica el modelo evaluador -eminentemente formativo- que se pretende. Para observar y disponer de datos sobre cómo un estudiante respeta un turno de palabras, realiza una exposición oral, lleva a cabo una búsqueda de bibliografía, conserva un pequeño huerto, etc., hay que proponer e implementar estas acciones en el aula. Es decir, hay que plantear coherentemente la programación del curso y de la etapa completa.
Pasando a otras consideraciones que influyen en la importancia y la necesidad de contar con un modelo de evaluación apropiado a los fines educativos que perseguimos, debemos ser conscientes de las singularidades que presenta nuestra sociedad, frente a épocas anteriores o, al menos, que se plantean de modo más evidente e inmediato.
La celeridad de los cambios, los avances en tecnología, ciencia, humanidades, neurociencia, psicología, etc., el sistema democrático como modelo de convivencia, la movilidad de la población, la enorme cantidad de conocimiento acumulado por la humanidad y una larga enumeración de características que podríamos seguir apuntando, hacen de nuestro vivir habitual un algo incierto, fluido, inestable… Digamos que frente a una sociedad estable, sólida, con principios asentados, ahora nos encontramos ante enfoques posmodernos, digitalizados, relativistas, que nos hacen perder pie en la realidad diaria. Unas reflexiones que ya proponían pensadores de prestigio nos ponen en antecedentes de lo que vivimos en la actualidad. Bauman afirma que nada se fija en el espacio ni en el tiempo, que todo fluye: el líquido se convierte en una metáfora de la vida. Morin , por su parte, afirma que: “Navegamos en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza (…). Hay que enseñar principios de estrategia que permitan hacer frente a los riesgos, lo inesperado y lo incierto”. Añadimos a esta situación real alguna de las reflexiones del filósofo surcoreano Byung-Chul Han , más actuales y que incorporan elementos no tomados en cuenta por los autores anteriores. Nos comenta Han que el orden terreno está sustituido por el digital, desnaturalizando las cosas y convirtiéndolas en informaciones. Este razonamiento nos lleva a la transición de la era de las cosas hacia la era de las no-cosas, que dominan y determinan el mundo en que vivimos. Ahí estamos.
En este sentido, Christopher Willard (académico de Harvard), en una conferencia impartida en Chile, anuncia que las escuelas de élite volverán al lápiz y al papel y eliminarán los computadores, pues entiende que: “Nuestra vida social debe ser una dieta equilibrada que incluya redes sociales, pero también contactos en persona en la vida real”. Al fin, seguiremos debatiendo.
Si confirmamos que estas realidades nos rodean y conforman nuestro contexto vital, evidentemente la educación precisa de un cambio profundo y radical con objeto de preparar a las personas para su desenvolvimiento satisfactorio, tanto a nivel individual como social. La educación debe lograr especialistas en ser personas, como demanda la vida y especialistas profesionales, como demanda la sociedad. Y si hablamos de educación, estamos hablando también de evaluación.
No es posible mantener un modelo memorístico y repetitivo. Hay que pasar a formar personas capaces de tomar iniciativas propias, de asumir riesgos, de decidir ante situaciones complejas o extremas, de aprender permanentemente, de colaborar con sus conciudadanos, de respetar y enriquecerse con las diferencias, de emprender proyectos sugerentes… Y esto no se consigue con modelos obsoletos y superados en educación y, mucho menos, en evaluación. Es imprescindible adoptar medidas valientes y decididas para avanzar en nuevas opciones que respondan a las exigencias presentes y de futuro.
En las páginas que siguen se abordan temas relacionados con la evaluación, su concepto y las diferentes problemáticas que se presentan en función de momentos de nuevas regulaciones legales, de acontecimientos inesperados (pandemia, confinamiento), de reflexión acerca de su papel para la actualización del profesorado, de la importancia que tiene como guía para la enseñanza, de las características que debe adoptar para atender a la diversidad del alumnado… En definitiva, son veintinueve comentarios que tratan aspectos de la evaluación que podrán ayudar a reflexionar sobre la posición que mantenemos ante la necesidad de modificar nuestras conductas en las aulas, a debatirlas con nuestros estudiantes, a comentarlas con los colegas. Me parece importante crear un ambiente de reflexión en torno a un factor de calidad sistémica como es la evaluación, en este caso de los aprendizajes, aunque, como es evidente, se podría extender a la evaluación institucional para avanzar también en la mejora de las escuelas como generadoras de cambio.
Con esta intención, el primer comentario -que da nombre al título del libro- comienza preguntando para qué evaluar en el sistema educativo, tema que también aborda el último, en el que se desarrolla este primer planteamiento de modo más riguroso, entrando en cuestiones relacionadas con los orígenes de la evaluación y las consecuencias que todavía permanecen sin superar, aunque ya tenemos conocimientos suficientes como para poder modificarlas sin miedo y con garantías de mejora en el conjunto de la educación.
Espero contribuir a ello con estos textos, elaborados y publicados en los últimos años y que considero siguen constituyendo nuestra actualidad educativa.
Mª Antonia Casanova
Madrid, enero de 2025

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La inclusión, eje articulador del sistema educativo

Casanova M. A., y Escandón M. C.

2024

Libro

La educación inclusiva constitu- ye un modelo adoptado de forma general en una mayoría de países, aunque hay que reconocer que con diferentes niveles de implanta- ción y con distinto grado de ampli- tud y aceptación.
En este contexto, la reciente reforma educativa en México -co- nocida como Nueva Escuela Mexi- cana (NEM)- cita, entre sus ejes articuladores y, por lo tanto, trans- versales, la inclusión, que debe estar presente en todas y cada una de las actuaciones en las escuelas y en las aulas.
Haciendo un poco de historia, el proyecto de integración educativa comenzó a implantarse en Méxi- co en 1996, dentro del programa de Cooperación Técnica y Científica México-España. Desde entonces, cuando se dieron los primeros pasos para incorporar al alumnado con discapacidad a la escuela regular, ha transcurrido mucho tiempo y se ha ampliado el concepto pasando a hablar de inclusión, en el que se contempla la necesidad de atender a las diferencias de todo el alumnado, no solo los que presentan alguna dificultad especial. Evidentemente, es un planteamiento aceptado y re- cogido en la legislación; no obstante, la realidad nos dice que continúan existiendo numerosos centros de educación especial (centros de aten- ción múltiple), al igual que se mantienen escuelas exclusivas para niñas y niños de determinadas culturas. Es decir, que se acepta la teoría, pero falta camino por recorrer hasta llegar a la práctica que beneficie a toda la población escolarizada.
En la Nueva Escuela Mexicana se insiste en la necesidad de genera- lizar la inclusión en el ámbito educativo y, en consecuencia, la ubica como eje articulador de todo el sistema. Por ello, la obra que ahora se publica puede resultar de gran utilidad para apoyar las acciones que pueden implementar directivos, supervisores, profesorado y, en defini- tiva, toda la comunidad que conforma el quehacer escolar, adoptando un enfoque realmente inclusivo que, a través de acciones y estrategias específicas, lo establecido en teoría, leyes y acuerdos baje a la práctica real. De este modo, el alumnado se beneficiará de una educación de todos unidos, compartiendo talentos y dificultades y aprendiendo juntos la convivencia en la diversidad, tan imprescindible en la sociedad actual. La obra recoge numerosas reflexiones en torno a la educación inclusi- va, abordando temas de actualidad aparecidos durante los últimos quin- ce años, en los que se reflejan los avances, paradas, retrocesos, contra- dicciones, propuestas e innovaciones que, lógicamente, van surgiendo a lo largo de cualquier proceso complejo como siempre lo es la educación y, más aún, cuando pretende aunar la variedad de culturas, de diferen- cias humanas o de múltiples contextos, en una sola escuela capaz de atender a esa singularidad que siempre presenta el ser humano.
Por citar algunos temas que se analizan, podemos hablar de evaluar la inclusión, la interculturalidad como riqueza y no como renuncia, la accesibilidad universal, la supervisión de las aulas inclusivas, la arqui- tectura inclusiva para la educación, la mujer y la discapacidad, las altas capacidades y su necesidad de apoyo específico, el diseño universal para el aprendizaje, la importancia de contar con universidades inclusivas, la cultura de la educación secundaria como barrera para la inclusión, el papel de los libros iguales para muchos niños diferentes, las tecnologías para la equidad… son, como se comprueba, múltiples planteamientos que se deben tener muy claros para que la práctica no contradiga el
enfoque que se pretende. Resultan, sin duda, cuestiones de interés que servirán para dialogar, para debatir en los planteles -claustros- de profe- sores y poder llegar a acuerdos comunes que garanticen la inclusión en la realidad del día a día escolar.
La segunda parte de la obra hace un recorrido en el que se resume la trayectoria seguida en México desde los años 70 del pasado siglo, en los que se comienza a dar importancia y atención a la educación especial e indígena, hasta llegar a los planteamientos actuales en los que se pro- pone la escuela inclusiva como modelo imprescindible para cambiar la sociedad y, en consecuencia, incluyendo este eje como articulador del conjunto del Sistema Educativo (SE). Se abordan, igualmente, los retos ante los que se enfrenta la educación para aplicar de modo efectivo la legislación reciente. En concreto, se señala la importancia de contar con culturas, políticas y prácticas inclusivas con objeto de asegurar la parti- cipación y el logro educativo de los estudiantes.
Entre las estrategias que se proponen, aparece la enseñanza diversifi- cada, el diseño universal para el aprendizaje, el aprendizaje basado en proyectos, el currículum multinivel o la evaluación formativa. Con estos principios, no se piensa en determinados alumnos en particular, sino en proponer estrategias que sean de utilidad para todos los estudiantes.
Dos propuestas cierran esta obra: a) asegurar las condiciones que permitan avanzar en el proceso hacia la educación inclusiva al interior de las escuelas, y b) asegurar las condiciones en el Sistema Educativo Nacional para avanzar en el proceso hacia la educación inclusiva. Si se trabaja con eficacia en estos puntos, se alcanzará que la inclusión se haga efectiva en las aulas y en la educación en general como sistema.
Las autoras participaron como protagonistas del proyecto de integración (1996), formando parte del equipo que lo puso en marcha, por lo que son conocedoras de primera mano de la secuencia seguida durante el mismo, paso a paso, en los Estados que se fueron adhiriendo paulatinamente a lo largo de seis años, hasta que se institucionalizó y fue adoptado como mo- delo general para el sistema educativo. Ello garantiza que sus comentarios, reflexiones o propuestas resulten positivas y adecuadas para continuar ade- lante y aterrizar con éxito en la vida de la población que se educa.

NORMA A. CASTILLO UBAMEA
Escuela Normal Superior de Obregón-ENSO (Sonora, México)
enso.ncastillo@creson.edu.mx

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Educación... ¿Aquí y ahora?

Ana Roa García

2025

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En defensa de nuestra lengua común

2025

Revista

La educación en tiempos emergentes; investigación, docencia e innovación educativa

Luis Roberto Rivera Aguilera
Jonathan Ojeda Gutiérrez
Julio César Rivera Aguilera
Carlos Enrique Hoyos Díez

2024

Libro

La cultura como praxis

Zygmunt Bauman

1999

Libro

En 'La cultura como praxis', Zygmunt Bauman, uno de los pensadores sociales más influyentes de nuestro tiempo, se adentra en un tema que ha cautivado a las ciencias sociales durante décadas: la cultura. Rechazando enfoques superficiales y relativistas, Bauman propone un análisis profundo y matizado, donde la cultura emerge como una fuerza dinámica y ambivalente, a la vez creadora y reguladora.

Bauman desentraña las múltiples facetas de la cultura, distinguiendo entre concepto, estructura y praxis. Al hacerlo, nos invita a comprender la cultura no como una entidad estática, sino como un proceso vivo y en constante transformación, arraigado en las interacciones humanas.

Esta nueva edición, con una introducción actualizada, revela la importancia de esta obra en el desarrollo del pensamiento de Bauman sobre la modernidad, la posmodernidad y la ética. 'La cultura como praxis' es una lectura esencial para quienes buscan una comprensión más profunda de la sociedad contemporánea y desean explorar las fronteras de la teoría social.

Innovamos

Revista de Divulgación Educativa

2024

Revista

Movilización de educación abierta con base tecnológica

Ramírez-Montoya, Vater y Burgos

2025

Libro

Este libro se presenta como una propuesta innovadora para fortalecer la educación en América Latina, enfocándose en el uso de recursos educativos abiertos (REA) y prácticas educativas abiertas (PEA) en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). El texto aborda la urgencia de democratizar el acceso al conocimiento mediante la integración de tecnologías emergentes, buscando superar barreras educativas tradicionales, así como adaptarse a las necesidades de una sociedad global y digitalizada.

A lo largo de la obra, se exploran diferentes iniciativas y proyectos colaborativos impulsados por la Comunidad REA Red STEM Latinoamérica, en alianza con la Siemens Stiftung y el Tecnológico de Monterrey. Se destacan la implementación de plataformas digitales, como el Portal CREA, que permiten la creación, adaptación y distribución de REA contextualizados, fomentando la cocreación de materiales y promoviendo prácticas inclusivas y equitativas.

Además, el libro incluye diagnósticos, planes de acción y herramientas estratégicas, como el Mapa STEM de Educación Abierta, que buscan evidenciar y monitorear el avance de la educación abierta en la región. El texto subraya la importancia de un enfoque transdisciplinario y colaborativo, que involucre a diversos actores educativos en la construcción de un futuro sostenible y equitativo.

En resumen, esta obra es un testimonio del poder transformador de la colaboración en red y el uso de la tecnología para potenciar la educación abierta. Su aporte radica en ofrecer estrategias concretas y recursos prácticos para fortalecer la calidad y accesibilidad educativa, preparando a las nuevas generaciones para hacer frente a los desafíos de un mundo interconectado y en constante evolución.

Parejas adolescentes.
Propuestas de intervención
para prevenir la violencia

Soriano Ayala E. y Lozano Martínez J.

2024

Libro

Como resulta evidente solo con
leer el título de la obra, esta abarca

una temática de absoluta actuali-
dad, interés y preocupación, tanto

en el ámbito educativo como en la
sociedad en general, pues a pesar
de que ya son muchos los años

transcurridos en los que el siste-
ma educativo institucional lleva a

cabo programas para eliminar la
violencia desde los primeros años
y, además, la coeducación es el

modelo habitual en los centros do-
centes, no termina de desaparecer

la violencia, en este caso, entre las

parejas adolescentes. No resulta-
ría lógico, en función de las metas

que se proponen desde la norma-
tiva vigente, ni de la insistencia que se mantiene en todos los medios de

comunicación, pero las evidencias de las investigaciones realizadas nos
dicen lo contrario, por lo que se hace preciso continuar trabajando en
este campo, como se pone de manifiesto y se demuestra en las páginas
que siguen.

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Estigma y educación

Álvaro Moraleda y Diego Galán

2024

Libro

Este manual, elaborado desde una perspectiva socioeducativa, se presenta
como un recurso práctico para analizar y mitigar el impacto del estigma en la
calidad de vida de las personas. Se abordan contextos como la salud mental, la
discapacidad, el edadismo, la drogodependencia, el ámbito penitenciario, las
políticas socioeducativas, el entorno digital, la diversidad y la multiculturalidad,
así como el género y la educación sexual. Cada capítulo ofrece un análisis
profundo y fundamentado, dedicado a desmitificar y erradicar las creencias
estigmatizantes.

Manual de evaluación educativa

Casanova, Ma Antonia

2024

Libro

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Inteligencia Artificial para docentes

Pizarro de Zulliger, Beatriz

2024

Libro

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